El Martes 5 llegué al aeropuerto de Guadalajara y me vino a buscar Enrique. Casi no lo conocía porque ahora lleva el pelo largo, pero cuando estaba más cerca y vi que me sonreía lo reconocí. Nada más salir del aeropuerto ya noté el pelotazo de calor y la humedad, y me di cuenta de lo que me esperaba durante todo el año... Paramos a hacer un par de recados en Guadalajara y arrancamos para Melaque.
Llegamos bastante tarde, porque hay bastante distancia y paramos a comer por el camino. Nada más llegar tuve que ir a casa de Enrique, porque fui a las dos casas que me había buscado Cristina y no había señales de vida en ninguna de ellas. Allí estaban Carmen, Enrique jr. y Amaya. Los dos primeros estaban casi igual que cuando se fueron de Coruña, pero Amaya, que era una renacuaja, creció bastante. Cuando me vio entrar por la puerta se acordaba de mí, y me enseñó fotos mías en el laboratorio que tenía!! Está supergraciosa, y debió pensar: juguete nuevo!!! Me pilló por banda para jugar a la pelota, a las cartas, a colgarse de mí... y yo encantado, con lo que me gustan los niños!!!
Melaque es un pueblo muy tranquilito, es pequeño (aunque grande en extensión porque las casas son unifamiliares y no hay edificios de varios pisos) como Malpica o Laxe, pero me dijeron que luego se llena de gringos y hay muchísima gente. Como en Malpica o Laxe en verano ;-)) O un pueblo donde haya romerías. Hace mucho mucho calor y una humedad tremenda. Y ahora estamos en época de lluvias, y de vez en cuando caen unos tormentones y se pone a llover como si tirasen cubos. Ayer mismo cayó un tormentón del carajo, y ahora se está poniendo más
negro que la pez, pero casi siempre llueve de noche cuando ya estoy en casita. Se forman unos charcos como piscinas de grandes, y las calles se llenan de arena y tierra.
El miércoles por la mañanita fuimos al centro de trabajo y Enrique me presentó a algunos profes y al personal de administración. Son todos muy amables y me tratan muy bien. Luego me enseñó mi despacho, y como había que darle unos retoques nos fuimos al taller de un herrero para que me pusiera un soporte para el aire acondicionado y de paso fuimos a desayunar unos tacos y un zumo de naranja enorme.
El jueves tuve una reunión con Enrique y Estela, la otra profe que da la asignatura y arreglamos el calendario de clases. A mi no me toca hasta noviembre. Mejor, porque la carrera no es biología, sino ingeniería en recursos naturales y agropecuarios, y tenía pensado darles las comunidades vegetales y animales de los distintos ecosistemas, y así me da tiempo a cambiar el enfoque de las clases...
Al final del día me vinieron a buscar dos profes para dar un garbeo en bicicleta. Así que adopté la bici de Bea (muchas gracias, je, je) y dimos una vueltita por los alrededores hasta llegar a un cerro. El paseo estuvo guay, pasamos por campos de cultivo de mango y cocos, y los mosquitos se cebaron conmigo!!!! A la mañana siguiente tenía las piernas y los brazos hechos un cristo!!! ni repelente ni leches, les mola mi sangre y fueron directos a chuparla!!! Me pasé todo el día echandole azarón pero ni con esas, como picaba!!!
El viernes fui por primera vez a la playa. Fui con Enrique jr. y llevó la tabla de skimboard. Intenté un par de veces patinar con la tabla, pero el riesgo de caída es alto y caes en la arena, así que la dejé en la orilla y me metí en el agüita. El agua está como en la piscina climatizada (28- 30 grados) pero como fuera estamos a 35 aún refresca...
En el despacho tengo aire acondicionado y estoy mejor que en casa o en la calle... je, je...
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